o sé, lo sé… El seguro de viaje es eso que muchos dejan para el último momento, como quien mete el cepillo de dientes en la mochila cinco minutos antes de salir. Pero igual que no se te ocurriría viajar sin pasaporte, tampoco deberías hacerlo sin estar asegurado. En serio, es una de esas cosas que solo echas de menos cuando ya es demasiado tarde.

¿De verdad lo necesito?

Pues mira: sí. Porque los imprevistos no entienden de horarios ni de destinos. Te puedes torcer un tobillo bajando una escalinata, perder una maleta con todo dentro o encontrarte con una huelga de vuelos que te deja tirado en mitad de ninguna parte. Y ojo, que todo eso cuesta dinero. A veces, mucho dinero.

El seguro de viaje no es solo para aventureros que se van al Himalaya. Sirve igual si te vas una semana a Italia, un mes a Tailandia o un finde a Berlín. Cubre desde visitas médicas y hospitalización hasta robos, cancelaciones, asistencia legal en el extranjero o problemas con tu equipaje. Vamos, que si te pasa algo fuera, no estás solo.

Y si piensas que a ti nunca te ha pasado nada, perfecto. Pero eso no garantiza que no te vaya a pasar en el próximo viaje. Es así de simple: el seguro está para lo que no se ve venir.

Un gasto que no es tal

Piensa en todo lo que te gastas en unas vacaciones: vuelos, alojamiento, comidas, excursiones, souvenirs… y luego dudas con el seguro, que cuesta menos que una cena para dos. Tiene gracia, ¿no? La diferencia es que la cena se te olvida en una noche. El seguro, en cambio, puede sacarte de un buen lío.

Un buen seguro de viaje es una inversión en tranquilidad. No te libra de los imprevistos, pero te ayuda a afrontarlos con respaldo. Y eso, en momentos críticos, marca la diferencia.

¿Y qué seguro elegir? IATI es una apuesta segura

Si estás buscando una aseguradora de confianza, déjame hablarte de IATI Seguros. No es una compañía cualquiera: llevan desde 1885 dedicándose a asegurar viajeros, y eso se nota. Con el tiempo se han ganado la fidelidad de miles de personas que repiten con ellos una y otra vez, precisamente por eso: por ser claros, eficaces y estar ahí cuando realmente los necesitas.

Lo que más me gusta de IATI es que tienen seguros pensados para distintos tipos de viajes y viajeros. ¿Te vas de escapada urbana? Tienen algo para ti. ¿Prefieres una aventura de mochilero por el sudeste asiático? También. ¿Viajas en familia o haces deportes de montaña? Hay opciones específicas. No es un paquete único para todos, sino coberturas ajustadas a lo que realmente necesitas según tu destino y tu forma de viajar.

Además, la atención es uno de sus puntos fuertes. Puedes estar al otro lado del mundo y siempre te atenderán en español, 24/7, sin rodeos y sin complicarte la vida. Porque cuando algo sale mal, no quieres perder tiempo con explicaciones técnicas ni con centralitas que no entienden tu idioma.

Las coberturas médicas de IATI también son bastante completas. Incluyen atención sanitaria, hospitalización, repatriación, asistencia por COVID-19 y muchas otras situaciones que pueden arruinar un viaje si no estás cubierto. Y si tienes que alargar tu estancia por cuarentena médica o te ves obligado a cambiar vuelos, también hay opciones que contemplan esos gastos.

Y, por supuesto, te puedes ahorrar un poco con un código descuento IATI Seguros. Una ayudita nunca está de más, sobre todo cuando se trata de viajar más seguro y gastar menos.

No lo dejes para el final

En serio, no esperes a última hora. Un seguro de viaje se contrata en cinco minutos, desde el móvil, y puede evitarte días de estrés, llamadas desesperadas y gastos inesperados. Y no, no hace falta que te vayas a la otra punta del planeta para que tenga sentido. Incluso para un viaje por Europa, o una escapada de puente, merece la pena.

Viajar es una de las mejores cosas que puedes hacer con tu tiempo y tu dinero. Pero hacerlo protegido es lo que te permite disfrutar de verdad, sin miedos ni preocupaciones innecesarias.

Hazme caso: mete el seguro en tu maleta mental antes de despegar. Porque viajar tranquilo también es parte del viaje.