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Florencia. Un poco de historia…

Fue la capital del Reino de Italia durante 5 años, desde el 1865 a 1870. Un lustro que sirvió para el desarrollo urbanístico de la Florencia actual. Sin embargo el máximo esplendor de esta ciudad de fábula le vino unos siglos antes, con el Renacimiento, época que en Italia abarcó desde mediados del s.XIV y hasta principios del s.XVII.

El Renacimiento supuso la transición del Medioevo a la Modernidad y en este recorrido de las tinieblas a la luz Florencia se convirtió en el crisol de las artes y el conocimiento.

Esto fue posible gracias a la labor de los mecenas. Y entre los mecenas destaca una familia de nobles, banqueros, cardenales, señores y papas. Una estirpe muy poderosa. Hablo de Los Medici que, con sus altibajos, gobernaron Florencia durante la friolera de tres siglos.

No voy a adentrarme en la historia de poder de esta familia ni en sus hazañas políticas, que darían para diez libros y cinco documentales. Solo apuntaré que en una época de gran creatividad esta familia tuvo la visión y sensibilidad de comisionar las más increíbles obras de arte. Obras que hoy podemos disfrutar, por ejemplo, en la Galleria Uffizi.

1. ¿Cómo llegar?

Nosotros optamos por el coche. Aunque la verdad es que hay muchos horarios de trenes que salen tanto de Termini como desde la estación de Tiburtina, ambas en Roma. El billete en alta velocidad de las compañías Italotreno o Trenitalia ronda los 34€ por trayecto.

Reservando con un mes de antelación puedes ahorrarte un buen dinero, ya que encontrarás billetes a partir de 19€ y el viaje dura poco más de una hora.

Si eliges el tren regional tardarás en llegar tres horas y cuarenta y cinco minutos, y pagarás unos 20€ por trayecto. Bueno, Italia nunca fue un destino low cost. De las dos estaciones que hay en Florencia te aconsejo que bajes en Santa Maria Novella, está muy céntrica, así que nada más llegar podrás empezar a disfrutar de la ciudad. Si vas en coche, deberás aparcar fuera del centro histórico, restringido al tráfico. Y casi toda la zona de aparcamiento es azul. Nosotros pagamos 12€ por 5 horas de estacionamiento.

2. Plaza de la Signoria


Como dejamos el coche cerca del río nos guiamos por la torre del palacio Vecchio que sobresalía por entre los tejados medievales. Altiva y orgullosa, así se mostraba ante nosotros y no hicimos más que obedecerla. A sus pies empezamos nuestro recorrido.

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La plaza de la Signoria era el centro cívico y social de Florencia. Aquí estaban los bancos, el ayuntamiento, los juzgados… Y hoy se presenta ante nosotros poderosa y como un verdadero museo al aire libre, tanto por sus construcciones renacentistas como por las esculturas que la decoran. Aunque no hay nada como ver la original, que está en el museo de la Academia, fíjate en la copia del David de Miguel Ángel. Y luego posa tu maravillada vista en el Perseo o sobre el Rapto de las Sabinas, esculturas que están bajo el soportal de arcos. Antes de abandonar la plaza querrás hacerte una foto en la fuente de Neptuno y, por cierto, la plaza se llama así porque aquí estaba el palacio de la Signoria, la magistratura municipal.

3. Galleria Uffizi

Junto a la plaza de la Signoria haz tu primera parada museística y entra en la Gallería Uffizi. Es uno de los museos más antiguos y extensos de Europa, ya que cuenta con más de 4.000 piezas. Este edificio fue construido por los Medici y tiene las obras que fueron acumulando durante varios siglos. El edificio tenía la finalidad de acoger las oficinas (uffizi) judiciales de la Florencia medieval.

Si vas en temporada alta, de abril a octubre, te aconsejo que saques las entradas por Internet. Aquí te dejo el enlace de la página oficial. Y te aconsejo también que vayas informado de lo que te vas a encontrar o con una buena guía en la mano, ya que el audioguía del museo deja bastante que desear.

¿Qué podrás disfrutar aquí? Pues te deleitarás de joyas como ‘El Nacimiento de Venus’ o la ‘Primavera’ de Boticcelli, la ‘Venus de Urbino’, diferentes obras de Filippo Lippi, cuadros de Raffaello y medallones de Miguel Ángel. Además la galería acoge esculturas de la época Imperial unas son copias y otras muchas, originales.

No abandones la galería sin disfrutar de perspectiva que desde la primera planta se abre sobre le Ponte Vecchio. Quédate ahí durante unos minutos, los que te dejen los turistas. Tendrás una imagen inolvidable que retendrás en la memoria.

4. Il Ponte Vecchio

Es una de las joyas de Florencia porque mantiene ese aire medieval casi intacto. Es el puente más antiguo de la ciudad y aquí estaban los comerciantes con más solera: cerrajeros, carniceros y curtidores de pieles.

Ahora no queda ni rastro de ellos es más, estos oficios gremiales han dado paso a un negocio más floreciente, las joyas. Todos los comercios son joyerías que te deslumbrarán mientras paseas. Si tu presupuesto no te llega para un diamante, sepas que Florencia tiene una gran tradición peletera, así que puedes hacerte con un bolso de calidad o cartera de piel como souvenir.

5. El Duomo. Santa María del Fiore

Acabamos nuestro recorrido por uno de los puntos más importantes de la ciudad, tanto en el plano espiritual como el arquitectónico: la Plaza de San Giovanni. El Duomo de Florencia, o catedral de Santa Maria del Fiore, es uno de los máximos exponentes de gótico florentino. Impresiona por sus dimensiones pero sobre todo por la policromía de sus muros ya que está construida toda con mármol verde, blanco y rosa.

A 153 metros del suelo, y coronando la nave, se levanta la cúpula. Es obra de Brunelleschi y supuso un impresionante desafío de ingeniería para la época, ya que fue la primera de planta octogonal que se construyó sin un soporte de madera. El arquitecto se inspiró en la cúpula del Panteón de Agripa de Roma.

Para alcanzar lo más alto de la cúpula y estar más cerca del cielo tendrás que superar 463 escalones. Las vistas, eso sí, son espectaculares.

Hay un hecho que nos llama la atención y es que tanto el campanario y como el battisterio, donde está la pila bautismal, están separados de la nave central. Esto era típico del gótico toscano. Lo del battisterio me parece muy curioso y tiene su explicación.

Entre los s. XI-XIII, cuando se construyó, hasta que una persona no estaba bautizada no podía entrar en un lugar consagrado. Del battisterio no te pierdas las puertas de bronce con escenas grabadas y los mosaicos del interior. Aquí fueron bautizados muchos ilustres florentinos, entre ellos Dante.

6. Consejos artístico-culinarios:

Apunte literario. Piérdete por el entramado de callejuelas medievales cercanas a la plaza de la catedral y darás con la casa de Dante.

Apunte gastronómico. Nosotros comimos en la ‘Osteria all’Antico Vinaio‘, en Via dei Neri 74, muy cerca de la Plaza de la Signoria. Panino + bebida 5€. Muy rico y todo fresquísimo.

Y para el capuchino o el aperitivo… El ‘Caffè Gilli‘, en la plaza de la República. Es uno de los bares históricos de Florencia, famoso por los escritores e intelectuales que lo han visitado. Un clásico donde darte un festín de buen chocolate.

¿Qué otros lugares de Florencia visitarías tú en un día?

 

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