Una fila interminable de turistas con sus sombreros, gafas de sol y atuendos imposibles espera para entrar a la basílica de San Marcos, a pocos metros tres jóvenes dan pequeños saltitos a un lado y a otro con un palo-selfie extendido buscando el mejor fondo para su foto, a su izquierda grupos de viajeros se arremolinan en los escalones del campanile y varios vendedores ambulantes ofertan todo tipo de souvenirs made in China.
Decenas, cientos, miles de turistas recorren con la vista o con sus pasos cada palmo de este enclave. No es para menos. Sus piedras han sido testimonio de una parte de la historia más rica de la vieja Europa. Estamos en la Plaza de San Marcos, el corazón de Venecia.
¿Por qué los venecianos viven en una laguna?
Decir San Marcos es mucho más que apelar a la basílica o la plaza. San Marcos es el barrio más céntrico de la ciudad, también el más antiguo y dicen que aquí se asentaron los primeros venecianos.
Siempre he tenido curiosidad por saber qué motivó a los habitantes de Venecia a irse a vivir a una laguna. Qué loco ¿verdad?
Ya desde época del Imperio Romano, los habitantes de la costa del Veneto se desplazaban hacia el continente o el mar cada vez que intentaban invadirles.
Como vivían a orillas de la laguna, y expuestos a las subidas de la marea (acqua alta en italiano), estaban acostumbrados a sobrevivir durante estos traslados forzosos para huir de sus agresores.
Pero el hecho decisivo para que se instalasen en lo que hoy conocemos como Venecia fue la invasión de los lombardos, a mediados del s. VI. Asentarse en medio de la laguna fue la mejor solución para protegerse, el agua fue su mejor salvoconducto. Observarás que Venecia no tiene murallas y su palacio ducal tampoco es fortaleza.
Por cierto, San Marcos es el punto más bajo de la ciudad y cada vez que sube la marea se inunda la plaza.
¿Por qué se llama Plaza de San Marcos?
Evidentemente por el patrón de la ciudad, cuyos restos están custodiados en el interior de la basílica. Pero San Marcos no siempre fue el santo de los venecianos.
El primer patrón de Venecia fue San Teodoro y su capilla estaba precisamente aquí. Para encontrar una referencia a San Teodoro nos dirigiremos las dos grandes columnas que hay a la entrada de la plaza por la bahía de la laguna. Una tiene en lo más alto a San Teodoro y la otra a San Marcos. ¿Por qué el cambio de santo?
Fue el 828 cuando una flota de 300 naves venecianas conquistó Constantinopla arrebatándole la capitalidad de Oriente y los restos de San Marcos, que se trajeron dentro de un cerdo para no levantar sospechas. Ya, suena un poco escatológico pero así está documentado.
El expolio en joyas, obras de arte, oro y sedas fue mayúsculo. Pero de todo el saqueo, lo más importante que ganó Venecia fue el control de las rutas comerciales. Y ahí empezó su reinado en ultramar, un periodo durante el que se la conoció como La Dominante o La Serenísima.
Pensemos que Europa era considerada el centro del mundo y Venecia hacía de puente entre Occidente y el lejano Oriente, con su rica ruta de la seda y las especias.
Así que todo aquel que quisiese comerciar con esos materiales tenía que dirigirse a los dogos o gobernadores de la ciudad. El apodo de La Serenísima se lo ganó porque los dogos pensaban que el comercio solo prosperaba si había estabilidad, así que trabajaban más la vía de la paz que la de la guerra.
Centro neurálgico de Venecia
La Plaza de San Marcos fue el centro social, político y religioso de la ciudad. Aquí se celebraban las procesiones civiles y religiosas, juegos, bailes, mercado y hasta corridas de toros. Desde el 1300 al 1500 Venecia vive su periodo de máximo esplendor. Las naves cargadas de ámbar, especias o telas lujosas se contaban por centenares, y por la plaza hacían la entrada triunfal comerciantes y grandes hombres de negocios. Y no solo eso, aquí se leían las condenas a muerte y aquí también se ejecutaba a los sentenciados.
No había lugar con más vida en toda Venecia y no lo hay hoy en día. San Marcos es el punto de encuentro de los visitantes. Es el lugar que tienes que visitar y es también el que más pronto te puede sobrepasar. Venecia recibe 25 millones de turistas al año y todos visitan la plaza. Los comerciantes judíos, armenios, alemanes o turcos del Renacimiento han dado paso a los turistas chinos, americanos, alemanes o árabes de la actualidad. Paradojas de la historia, los ricos tejidos y brocados de Oriente han cedido terreno a la quincalla china que nos llevamos como souvenir.
Qué ver en la Plaza de San Marcos
Hecha esta introducción te cuento qué tienes que ver en la plaza más famosa de Venecia:
Haz una entrada triunfal
Accedas por donde accedas, la primera vez que llegues a San Marcos, te sorprenderás. Aún así te aconsejo que vayas con el vaporetto hasta la parada Vallaresso y entres en la plaza entre las dos columnas de mármol, como si fueses un gran comerciante que trae consigo un rico cargamento de seda. La plaza te cautivará por sus dimensiones proporcionadas, elegancia y grandiosidad.
Palacio Ducal
Era la sede del gobierno, aquí vivía el dogo y era donde se tomaban todas las decisiones que afectaban a los ciudadanos y posesiones de la Ciudad-República de Venecia. La visita es imprescindible.
Basílica de San Marcos
También es la catedral de la ciudad. Con sus cinco cúpulas y sus ricos mosaicos, la basílica recuerda a las construcciones orientales. Toma el tiempo necesario para visitarla. Como dijo Dickens «es solemne, irreal, increíble y fantástica».
Basílica: Entrada libre. Subida y visita al museo: 5€
Torre del Reloj
Construida en 1499, la torre tiene en lo más alto dos grandes esculturas de bronce que golpean la campana con un martillo para dar las horas. Una escultura es la de un hombre viejo y representa el pasado, la otra es de un hombre joven como símbolo del futuro. El edificio acoge un museo.
Café Florian
Un clásico de Venecia. Dicen que es el café más antiguo de Europa, data de 1720, y que fue el primero en admitir a mujeres como clientas. Giacomo Casanova da fe de ello en sus escritos, donde cuenta que acudía al Frolian para aumentar sus conquistas. Hoy unos músicos amenizan el ambiente y atención porque mientras suenan, cada una de las consumiciones se incrementa 6€. Esto ha acarreado muchas críticas de clientes que se han sentido estafados. En su defensa diré que esto lo recoge la carta, aunque no en todos los idiomas.
Precio de un café: 6’50€. Si están tocando los músicos: 12’50
Campanile
Sin duda esta torre da un perfil característico a la plaza de San Marcos. Se puede visitar y subir a lo más alto, eso sí te aviso de que son casi 100 metros. La torre actual fue una reconstrucción que hicieron en 1902, después de que la original levantada en el año 888 se derrumbase.
Como ves, puedes pasar todo un día entero, o más, en esta plaza. Si consigues trasladarte en el tiempo y revivir en parte la historia que te he contado, sin duda disfrutarás mucho más de la visita. Obviamente Venecia no es solo San Marcos, pero si no existiese le faltaría un poco de alma.
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